Los trabajos de titulación en la carrera de arquitectura tienen un enfásis en la coherencia del proyecto desde un proceso cíclico que busca los siguientes pasos:

1 La detección clara de una necesidad, referida al lugar, la sociedad, el tiempo y el discurso propio del estudiante como futuro arquitecto

2 La demostración de un bagaje cultural, técnico, de comunicación gráfica y conciente del contexto en el que la arquitectura se proyectará

3 la delimitación clara del ámbito del proyecto entendiendo que la arquitectura resuelve necesidades a través del espacio, mediante una evolución de estrategias espaciales a la generación de un proyecto de carácter ejecutivo

4 la comprobación de que el proyecto satisface con solvencia la necesidad, con la utilización justa de un “presupuesto” no económico sino de recursos tanto tangibles como intangibles.

Los futuros arquitectos producen, entonces dos documentos, uno escrito y otro gráfico de condición científica, inédita y relacionada a la arquitectura, fruto de una investigación propia, con herramientas de análisis, diagnóstico, enfoque y criterios de diseño, que sirvan a la sociedad que sirven como respuesta específica de una necesidad detectada que puede ser resuelta a través del espacio.